miércoles, 19 de diciembre de 2007

ROBINHO

La nueva perla brasileña desborda magia y velocidad en todas sus acciones. Los regates, gestos técnicos, pases y goles envidiables de Robson de Souza, ya son conocidos mundialmente.
Esta maravilla de tan sólo 21 años nació un 25 de enero de 1984, en una de las favelas del municipio paulista de Sao Vicente. Su padre, Jilvan, era fontanero y su madre, Marina, limpiadora. Juntos formaron una familia estable de clase obrera que sabía sobreponerse a los problemas económicos y sociales del Brasil contemporáneo. El ambiente de seguridad que proporcionaron a su hijo fue el secreto para que Robinho mantuviera una extraordinaria calma ante los problemas en el terreno de juego o en el rapto de su madre, que estuvo 41 días secuestrada a finales del año pasado.
Como la mayoría de futbolistas brasileños, Robinho conectó con el balón desde muy pequeño. Con 6 años mostraba una habilidad impropia para su edad y en 1993, con 9 años, marcó 73 goles jugando al fútbol sala con el Portuarios, equipo con el que se proclamó vicecampeón de Sao Paulo. Pronto llama la atención a los ojeadores del Santos, que no dudan en ficharle. Con la camiseta blanca del Santos alcanzó su primer éxito al proclamarse campeón Paulista Sub-17.
El equipo ha sido toda su vida. En el 2002, primera temporada del brasileño como profesional, ayudó al Santos a ganar su primer Campeonato Brasileño en 20 años. En esta temporada marcó 9 goles en 29 partidos y su corto palmarés se engrosaba ya con el Balón de Oro brasileño de 2004 y la Copa Confederaciones. Antes del ficheje madridista, ya marcaba 11 goles en 14 partidos durante el Campeonato Paulista. Robinho se ganó la fama mundial con una gran actuación y unos regates increíbles en la final contra el SC Corinthians. En pocos meses pasó a estar en boca de todos y Sudamérica deseaba verlo jugar.
Cuando pasó a jugar como extremo, el futbolista se preparó para convertirse en un delantero más completo. Trabajó su disparo, los balones aéreos y los cambios de juego, además de perfeccionar los pases. En definitiva, aprendió a saber utilizar al máximo sus habilidades para crear el mayor peligro posible al equipo rival. En la actualidad, quiere conquistar Europa, y para hacer su sueño realidad ha elegido el escudo del Madrid. Sus bicicletas y recortes le han convertido en el delantero más joven del equipo galáctico. Tras unas negociaciones muy largas, el club blanco pagó 24 millones de euros por el brasileño. El Real Madrid es su nuevo escudo y la Liga española el nuevo escenario donde interpreta su fútbol eléctrico.
La nueva estrella de fútbol brasileña, a quien han comparado ya con Pelé, es un gran aficionado del "pagode", una variante lenta, acaramelada, de la samba, su estilo preferido. A pesar de lo enrevesado de su fichaje, de las cláusulas, los porcentajes de propiedad de la ficha y demás legalismos, a Robinho no le interesa ni la política, ni la economía. Sólo vive para el fútbol, la música y su familia. A su temprana edad es toda una joya que ya comienza a pulirse.

No hay comentarios: